Son muchos los usos que podemos dar a la ceniza en nuestra huerta orgánica o en nuestro jardín: Control de caracoles y babosas, aportación de potasio, corrector de ph del suelo, etc. En el post de hoy os hablaré del uso que daremos a la ceniza en la prevención de enfermedades provocadas por hongos. Antes de empezar, lo primero que tengo que deciros es que la ceniza que utilicemos en la huerta tiene que ser de leña o de restos de madera que no esté tratada con pinturas o tratamientos químicos como barnices y similares. Tampoco es conveniente utilizar la ceniza después de realizar asados, ya que llevan grasa y restos de sal. Teniendo estas pequeñas precauciones podremos utilizar la ceniza de nuestras cocinas de leña o de la que procede de quemas controladas de restos de podas o rastrojos sin ningún problema. La propagación de hongos que pueden producir patologías en nuestras plantas suele estar favorecida por ciertas condiciones de temperatura y humedad. Por lo que es importante actuar d
Ya hablamos en capítulos anteriores de la instalación del apiario y de las partes de una colmena, pero sin duda una de las partes más importantes y sin las cuales no podríamos conseguir miel es "La Colonia", "Las abejas".
La colonia es la forma de organización en la que viven las abejas y esta variará de tamaño según la época del año pudiendo variar entre unos 12.000 13.000 individuos en los meses más fríos hasta los 100.000 o más en los meses en los que se produce la recolección.
Es importante tener en cuenta que las abejas se necesitan mutuamente y que ningún individuo podrá sobrevivir por sí solo fuera de la colonia más de 3 o 4 días. Por eso la organización de la colmena está totalmente estructurada en función de las tareas, de la edad de cada abeja y del rol que desempeña cada una de ellas.
Una colonia estaría formada, podríamos decirlo así, por tres castas: la abeja reina, las abejas obreras, y los zánganos. Tanto la primera como las obreras estarán siempre presentes en una colmena, mientras que los zánganos acaban desapareciendo durante el invierno y vuelven a producirse nuevos zánganos a principios de primavera.
La Colonia:
La Reina: Fundamental para la supervivencia de la colonia, es importante que sea una reina: joven, fuerte y que tenga un buen ritmo de puesta para garantizar la constante necesidad de recambio de las abejas obreras.
Mide unos 20-22 mm de longitud y de ancho torácico un poco más de 4 mm. Tiene las patas más largas que las obreras y las alas más cortas. Otra peculiaridad es que su lengua es más corta y esto es debido a que ella no va a salir de la colmena a buscar néctar ya que es alimentada durante toda su vida por las obreras.
La abeja reina durante toda su vida será alimentada, como ya comenté en el párrafo anterior por las obreras y lo hará únicamente con jalea real. Lo que repercutirá en su ciclo vital y puede vivir entre cuatro o cinco años. ¿Pero cómo se hace una abeja reina?
Primero tenemos una puesta de un huevo que se depositará en un alveolo que las abejas irán modificando haciéndolo más grande, es lo que se conoce como "celda real" este huevo eclosionará al cabo de tres días. Ya tenemos una lava no operculada que permanecerá así durante algo más de 5 días. A los nueve días la celda real se abrirá y tendremos una larva operculada y ninfa durante 7 días y medio más a los 16 días nacerá el insecto, nacerá la abeja reina.
Pero la abeja reina todavía no está lista para hacer su función principal, poner huevos y fomentar el crecimiento de la colonia. Todavía tiene que salir de la colmena y realizar los denominados vuelos nupciales para que sea fecundada. Y después de esos vuelos y trascurridos un par de días desde que hizo el último, empezará la puesta.
¿Pero qué pasa si no es fecundada? Que durante toda su vida solo pondrá huevos de los que nacerán zánganos y esto no es nada bueno. Por cierto como curiosidad deciros que puede llegar a poner 3.000 huevos al día.
La obrera: Podríamos decir que la reina es fundamental para la supervivencia de la colonia pero ella por sí sola no sería nadie, así que la obrera desempeña un papel de suma importancia para la supervivencia y el buen desarrollo de la colonia y desde el punto de vista del apicultor aún más porque ella es la que va a realizar las tareas duras de recolección, elaboración de la miel y mantenimiento de la colmena.
Mide entre 12-14 mm su tórax es más o menos del mismo tamaño que el de la reina, su lengua es más larga y tiene los ovarios atrofiados.
La abeja obrera nace de un huevo fecundado que permanece durante 21 días en un alveolo femenino de los que 3 días está como huevo durante 6 como larva no operculada y que operculará al 9º día, durante 12 días permanece como larva operculada y ninfa y a los 21 días se producirá el nacimiento.
La vida de la abeja obrera es bastante dura y breve dependiendo de la época del año en la que nazca. Si nace en la época de recolección su ciclo de vida no será muy largo, unos 45 días más o menos y es que su dedicación en cuerpo y alma a las tareas de recolección y mantenimiento de la colmena acabarán por consumirla y se morirá por el agotamiento. Mientras que si nace en otoño, donde las tareas de recolección se reducen podría llegar a vivir meses.
La abeja empieza a trabajar casi inmediatamente después de su nacimiento, un par de horas para recuperarse y empiezan las tareas: primero tareas internas del enjambre, posteriormente se encarga de alimentar a las larvas antes de la operculación de las celdas, después se encarga de la vigilancia de la colmena, de mantener la temperatura y después se encarga de la recolección hasta su muerte.
El zángano: Pues qué os voy a decir del zángano, o sí os diré algo, que no es una vida nada fácil, y os explicaré por qué. Primero su tarea fundamental es la de fecundar a la reina, y si la fecunda, porque no siempre lo consiguen, acaban muriendo. En invierno, cuando su presencia no es necesaria y es un estorbo más que un beneficio para la colonia, la reina permite que el resto de las abejas se encarguen de ellos y los maten. Pero una cosa es cierto, mejor morir de amor que trabajando como una esclava minuto a minuto.
Pero no os creáis que no dan palo al agua durante el resto de su vida y es que entre sus tareas está la de colaboración en la ventilación de la colmena, la de ayudar en la trasformación del néctar en miel y como dije anteriormente, fecundar a la reina durante el vuelo nupcial.
El zángano nace de un huevo no fecundado mide unos 15 mm de largo y unos 5 mm es la amplitud torácica.
Como habéis leído, todos los miembros en conjunto son necesarios y fundamentales en el funcionamiento y supervivencia de la colonia. Y ninguno de ellos, de forma individual, tienen ningún futuro. Es una sociedad totalmente estructurada y que funciona como un único individuo para el beneficio de todos los integrantes de la misma. Igual podríamos aprender algo los humanos!!!!!
Pues esto ha sido todo por este post. Para acabar os dejo un vídeo, que en su día hice, en el que hablo de los diferentes miembros de una colonia de abeja y de sus diferentes funciones por si os sirve de ayuda.
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