La canela es una especia muy utilizada en la cocina de casi todo el mundo y con unas propiedades culinarias importantes. Pero además también se puede utilizar con otros propósitos que para los que tenemos un huerto, un huerto urbano o un macetohuerto, puede sernos de más utilidad. La canela tiene propiedades antifúngicas, antibacterianas y además actúa como un eficaz repelente de plagas por lo que a continuación os hago un pequeño resumen de para qué puedes utilizarla: Es un interesante cicatrizante de heridas en plantas que podemos usar si se nos parte una rama por acción del viento, porque esta tenía demasiado peso o por accidente. La aplicación de la canela en polvo en la zona afectada nos ayudará a que esta cicatrice y no se produzcan infecciones o enfermedades provocadas por hongos. Como os comentaba en la introducción es también un interesante repelente de plagas : hormigas, mosquitos, mosca blanca o pulgones, no se sienten cómodas con el fuerte olor que desprende esta especie y
En el post de hoy os hablaré del cultivo de la sandía (Citrullus lanatus) cultivo que por otra parte no se diferencia demasiado del cultivo de otros miembros de la familia de las curcubitáceas. Aunque si requiere algunas condiciones climáticas y cuidados específicos. A continuación, te detallo algunos de los aspectos a tener en cuenta para que el cultivo de tus sandías sea todo un éxito.
En mi tierra, Galicia, es habitual cultivar sandías y melones así como calabazas de distintos tipos en nuestra huertas. Mi abuela, por ejemplo, lo hacía entre el maíz. Al tratarse de una planta rastrera aprovechaba el espacio que dejaba el maíz entre las hileras para cultivar plantas de sandía. Empezamos!!!
La Temperatura: La sandía necesita climas cálidos, ya que es una planta sensible al frío. Las temperaturas ideales para su cultivo están entre los 20 y 30 °C. No soporta las heladas por lo que es un cultivo que vamos a realizar en la temporada de primavera verano y teniendo mucha precaución con las heladas tardías si vives en una zona en las que sean habituales
Es fundamental que reciba abundante luz, incluso sol directo durante al menos 6-8 horas al día. Así conseguirás un buen desarrollo de la planta, una buena floración y una buena fructificación.
El suelo: Prefiere suelos ligeros, que drenen bien y que por lo tanto no se encharque con facilidad. Prefiere un suelo con un ph neutro aunque también puede dar buen resultado en suelos ligeramente ácidos. Necesita un suelo rico en materia orgánica. Se recomienda un buen abonado previo al cultivo con compost o estiércol bien descompuesto. Si cultivas una huerta orgánica en la que realizas aportes de estiércol de: vaca, oveja, caballo o incorporas materia orgánica para realizar acolchados, este aspecto no debería preocuparte demasiado.
La siembra: Puede hacerse directamente en el terreno, en semilleros o mediante la plantación de plántulas. Te recomiendo esta última opción. Aunque elijas la opción que elijas es importante dejar un espacio amplio entre plantas, ya que las sandías necesitan espacio para que sus enredaderas se extiendan. Generalmente, se recomienda una distancia de 1.5 a 2 metros entre plantas y entre filas.
El riego: Debe ser regular y abundante, especialmente durante el crecimiento inicial y la floración. Sin embargo, es crucial evitar encharcamientos, ya que la sandía es sensible al exceso de agua. Yo utilizo el riego por goteo y así puedo modular la frecuencia y la cantidad en función de las condiciones climáticas y las necesidades del cultivo en cada momento de desarrollo del mismo. Se recomienda reducir el riego cuando el fruto está madurando.
Las plagas: Las principales plagas que afectan a la sandía son el pulgón, la araña roja, y el minador de hojas. También puede verse afectada por nematodos que dañan las raíces. Observa con atención para poder actuar si fuese necesario y planta cerca de tus plantas tagetes para prevenir que los nematodos dañen tus sandías.
Las enfermedades: Entre las más comunes están el oídio y la podredumbre de la raíz, muchas veces relacionadas con condiciones de exceso de humedad. Por eso es muy importante actuar de forma preventiva cuando las condiciones de temperatura y humedad ambiental son las propicias para que se puedan desarrollar hongos en tus plantas. La utilización de cola de caballo o un macerado de ortigas puede ayudarte a no tener problemas con ellos.
¿Cuándo recolectar?
La sandía está lista para cosechar cuando la base donde reposa en el suelo, es decir la parte que no recibe luz directa del sol, cambia de color pasando de un color blanco a amarillo anaranjado, el sonido al golpearla es hueco, y el zarcillo más cercano al fruto está seco.
A continuación te dejo un vídeo en el que puedes ver cómo identificar una sandía que ya está lista para recolectar en mi huerta.
El éxito en el cultivo de la sandía depende de la combinación adecuada de clima, riego, nutrición y manejo de plagas. Si les damos a las plantas los cuidados adecuados, es posible obtener una buena producción con frutos de un buen tamaño.
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