Cultivar habas (Vicia faba) es bastante sencillo ya que es un cultivo que se adapta muy bien tanto a climas templados como fríos y no es demasiado exigente en cuanto a las condiciones del suelo. Además es una leguminosa que nos aporta un importante beneficio a nuestros huertos ya que fija nitrógeno de la atmosfera en el suelo. Podemos cultivarlas para consumo o para recuperación de suelos ya que como te comentaba, es una leguminosa y por lo tanto tiene la capacidad de captar el nitrógeno de la atmósfera y fijarlo en el suelo. De esta forma podemos utilizarla para sembrarla en terrenos en los que hayamos cultivado plantas gran consumidoras de este elemento para recuperar este macronutriente tan abundante en la atmosfera y que las plantas necesitan para su crecimiento. Yo, por poneros un ejemplo, siembro habas en la fila en la que siembro los tomates en primavera. Condiciones de cultivo: Cuándo sembrar : Puedes sembrarlas tanto en otoño como en primavera. En climas con heladas lo mejor
Hoy os traigo una propuesta muy interesante a la sección de "el invitado de hoy es....." y es que Ecoherencia nos invita a practicar la AGROECOLOGÍA. Como ellos dicen y lo comparto al 100% "Huerto sano, suelo vivo".
En el artículo de hoy, además nos enseñarán a hacer Bokashi, un abono ecológico muy apetecible. No quiero enrollarme y quiero que sean ellos quienes se presenten y lo más importante que nos enseñen su receta para elaborar este interesante abono.
Ecoherencia es una cooperativa sin ánimo de lucro formada por jóvenes emprendedores especializados en Restauración de Ecosistemas y Educación Ambiental. Juntos trabajamos para acercar la ecología aplicada a la población en general.
La agroecología ocupa un lugar esencial en nuestras propuestas. En todos los proyectos agrícolas apostamos por el uso de recursos locales y el cuidado de los ciclos naturales. Entendemos que para conseguir una agricultura respetuosa con los ciclos ecosistémicos el cuidado del suelo es esencial. Por ello promovemos métodos quizá poco conocidos como el uso de abonos verde o abonos siderales o la elaboración de nuestros propios abonos.
Las plantas juegan un papel esencial en el abonado en verde o sideral, como muestra de ello os dejamos este vídeo que realizamos con motivo del año internacional de los suelos.
En nuestra visita a Chile para colaborar y aprender del GAMA (Grupo y Agroecología y Medio Ambiente de la Universidad de Santiago de Chile) estuvimos en el CET de Yumbel, en la Región del Bío Bío, centro conocido por su importante labor en la investigación y difusión de prácticas agroecológicas. Allí, su coordinador Agustín Infante, nos pasó copias de los folletos que ofrecen a los agricultores que acuden a formarse, entre las cuales encontramos varias joyitas que guardamos con mucho cariño. Una de ellas es la receta que queremos compartiros, su particular receta de “Bokashi”, elaborada con ingredientes muy asequibles y fáciles de conseguir.
Hay muchas otras recetas de bokashi circulando por el mundillo agrícola, algunas con ingredientes más selectos como la harina de roca, a la que se le atribuye un importante equilibrio mineral.
Nosotros no disponemos de acceso fácil a esta harina y casualmente la receta de nuestro amigo Agustín no la incluye. Por ello, si disponéis de esta harina, adelante, incluidla en vuestra receta (buscad asesoramiento para las correctas proporciones), pero si como nosotros, sentís la llamada de un abono con el 100% de los ingredientes que proceden al menos de vuestra provincia, os animamos a probar con este bokashi que tantas satisfacciones nos ha traído. De hecho, podemos aseguraros que ya nunca nos falta.
Nos encantó la filosofía que hay tras el bokashi. Comúnmente los abonos están fabricados a base de nutrientes específicos o estiércol, buscando la incorporación de nitrógeno, o de fósforo como en el caso del guano. El bokashi, sin embargo, persigue estimular la vida microbiana, entendiendo que son éstos, los microorganismos, los que aportan los nutrientes a las plantas. Una suerte de entramado en la que todos los participantes juegan un papel importante. Es por ello que recomendamos que se realicen bokashis estacionales, puesto que el “equipo” de microorganismos presentes en el suelo varía en función de la época del año y con esta receta estimulamos a los microhabitantes de temporada. Os dejamos nuestra propia versión de la receta.
Para elaborar nuestro primer bokashi necesitamos:
Una carretilla de suelo de nuestra finca (o de un suelo agrícola que nos dé confianza en caso de realizarlo para macetas), convenientemente la pasaremos por la criba para eliminar piedras.
Una carretilla de estiércol que no esté muy pasado (que no tenga más de un año). En caso de usar estiércol de cualquier ave, usaremos media carretilla.
Un litro de yogurt, preferiblemente hecho en casa.
Un vaso de masa madre para pan o un sobre de levadura de panadería activado en agua tibia con azúcar o miel.
Un vaso de melaza (que podemos conseguir en fábricas de pienso, normalmente)
Unos 20 kg de afrecho (salvado de trigo para el ganado)
Agua para mezclar.
Podemos añadir a la mezcla cenizas y cáscara de huevo para aportar potasio y calcio respectivamente
¡Comenzamos!
Activamos la levadura seca o la masa madre con un poco de agua tibia y azúcar. Una vez esté burbujeante.
Una vez reunidos todos los ingredientes buscamos un lugar donde mezclarlos, con ayuda de una azada los mezclamos muy bien e incorporamos todos con la mitad del afrecho. Podemos hacerlo sobre un plástico para ayudarnos después a moverlo, o directamente sobre el suelo. Añadimos agua, mezclamos bien, y vamos incorporando afrecho poco a poco, un poco de agua, más afrecho...hasta tener una mezcla homogénea húmeda que al ser estrujada no despida agua. Es conveniente contar con un extra de afrecho para controlar este exceso de humedad durante los 7 días que estaremos elaborándolo. Una vez bien mezclado dejamos toda la mezcla en una forma rectangular de unos 30 cm de altura.
Primer día: lo movemos 3 veces y lo dejamos tapado con un plástico.
Segundo día: lo movemos tres veces, mantenemos tapado
Notaremos que desprende calor y olor dulzón característico (un olor a estiércol y masa panadera muy concentrado)
Tercer día: movemos dos veces, mantenemos tapado
Cuarto día: movemos dos veces y al final del día destapamos
Quinto día: movemos una vez, dejamos destapado
Sexto día: movemos una vez
Séptimo día: ¡ya lo tenemos!
Podemos aplicarlo (a razón científica de puñadito por planta que sembremos) o guardarlo en un saco protegido del sol y de la humedad.
El resultado debe ser un sustrato con tonalidades grisáceas y algo de humedad, humedad que se irá perdiendo si lo mantenemos almacenado.
Podemos elaborar abonos líquidos a partir de este bokashi.
Os aseguramos que disfrutaréis del proceso y del resultado.
Si tenéis alguna duda o queréis conseguir nuestro libro “Plantas Multifuncionales: Guía de usos, cultivo y recetas” podéis contactarnos a través del email de María, coordinadora del Área de Agroecología y Permacultura de nuestra cooperativa, en maria@ecoherencia.es
Espero que os haya gustado el artículo, si es así espero que lo compartáis, y que si tenéis alguna duda o algún comentario al respecto del mismo que no dudéis en hacerlo. Por mi parte nada más. Sólo agradecer a la gente de ECOHERENCIA su amabilidad a la hora de aceptar la invitación para participar en el blog. Un saludo y nos vemos en la huerta.
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